Una vivienda con diseño volumétrico en tres niveles, en una parcela con una notable inclinación porque el terreno sobre el que se asienta tiene una pendiente del 35%. Una casa rodeada de grandes ventanales que por su óptima calidad de cristales crea una conexión del espacio con la naturaleza y cumplen con la visión de equipo de Jaime Rendon arquitectos, una experiencia constante entre el adentro y el afuera.